No solo de ilusiones es posible vivir, en algunas ocasiones se necesita diluir todos los trozos de esperanzas y desamor, tragos amargos, ideas sin acción y medidas apresuradas...
La realidad y la fantasía son tan cercanas como lo son el cielo y el mar, hay tanta distancia y tanta cercanía que con un poco de magia se logran juntar.
Eso es lo que siento, lo que lloro, lo que veo y lo que vivo. Realidad o fantasía, la diferencia es tan leve, como preguntarle a tu tacto si ve el cristal o a tus ojos si lo pueden sentir.
En este mundo de realidades hay fantasías que logran traspasar los limites y tocar el fondo de tu alma para aliviarla o contaminarla con su dulce esplendor, siendo lo mejor, la fuerza que produce la inocencia de tu niño interior, cierra tus ojos y abre tu corazón para que mires la vida y la sientas sin saber lo que es realidad o fantasía.
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