Los amigos del alma son los amigos que entran en tu vida y se quedan para siempre, esos amigos que no importa la cantidad de tiempo que comparten, tienes la certeza total que un trozo de tu corazón es de ellos.
Esos amigos que de alguna manera te hacen ser lo que eres en este momento.
Algunos probablemente se rieron a tu lado hasta que el estómago dolió, otros es posible que no los vieras mucho, aquellos que en el momento más oscuro te brindaron una chispa de luz o esos que te contaron secretos de su alma, hay varios más que solo compartieron contigo momentos cotidianos, también los que tocaron tu vida con algún gesto o palabra que en su momento te llenó y los que te dieron lecciones que jamás olvidarás aunque nunca supieran que así fue.
Como aquellos tiempos donde la filosofía era el tema central, las interminables conversaciones sobre géneros musicales, las caminatas entre edificios, tantos abrazos, las historias fuera de la realidad, las parrandas, los himnos, el baile, las sonrisas, las esferas azules, la complicidad en donde brotaban sarcasmos, las lágrimas, las llamadas a horas no adecuadas, los consejos, los regalos, las penas compartidas, las comidas, la música, las palabras nunca dichas, las visitas, la danza, lo inesperado en una situación, los homenajes, los conciertos, los viernes de dolores, los mensajes, la vida...
De los tesoros más grandes que tengo en mi vida son estos amigos, algunos ya partieron a otros mundos, otros se perdieron en el tiempo, unos aparecen en los lugares menos esperados y los que son parte de mi presente, a todos ellos y a los que están por venir les doy gracias y les mando todo mi cariño.
Esos amigos que de alguna manera te hacen ser lo que eres en este momento.
Algunos probablemente se rieron a tu lado hasta que el estómago dolió, otros es posible que no los vieras mucho, aquellos que en el momento más oscuro te brindaron una chispa de luz o esos que te contaron secretos de su alma, hay varios más que solo compartieron contigo momentos cotidianos, también los que tocaron tu vida con algún gesto o palabra que en su momento te llenó y los que te dieron lecciones que jamás olvidarás aunque nunca supieran que así fue.
Como aquellos tiempos donde la filosofía era el tema central, las interminables conversaciones sobre géneros musicales, las caminatas entre edificios, tantos abrazos, las historias fuera de la realidad, las parrandas, los himnos, el baile, las sonrisas, las esferas azules, la complicidad en donde brotaban sarcasmos, las lágrimas, las llamadas a horas no adecuadas, los consejos, los regalos, las penas compartidas, las comidas, la música, las palabras nunca dichas, las visitas, la danza, lo inesperado en una situación, los homenajes, los conciertos, los viernes de dolores, los mensajes, la vida...
De los tesoros más grandes que tengo en mi vida son estos amigos, algunos ya partieron a otros mundos, otros se perdieron en el tiempo, unos aparecen en los lugares menos esperados y los que son parte de mi presente, a todos ellos y a los que están por venir les doy gracias y les mando todo mi cariño.
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