Cómo mantenerme en este mundo lleno de guerra y lleno de paz? Lo difícil que es guardar el equilibrio entre lo que quiero sentir y lo que siento... dentro de la tormenta cómo veo la diferencia?
Algunas veces me enfoco en un punto y me pierdo dentro de pensamientos que me llevan a un mundo en el que todo es perfecto, incluso lo que no es ideal tiene su parte de perfección, mi mente me lleva hacia un mundo de libertad, un mundo donde los niños son niños y los hombres no dejan de soñar, un mundo donde no existe el tiempo, donde me gusta estar, disfrutando de cada cosa que veo y cada cosa que siento.
A lo lejos los arboles susurran un canto de melodía inimaginable y las sombras que son reinas del bosque sueltan destellos de imparcialidad que se funde con las dulces gotas de rocío que nacen en cada hoja de belleza que se puede imaginar.
Escucho sonidos dispersos de naturaleza perdida, mi lugar mágico, mi lugar de paz, donde el viento es suave y el sol siempre está, aunque no lo veo puedo sentir como recorre lentamente mi piel y me maravillo de esa sensación, de ese milagro que se llama fe...
Mi fe que hasta hace poco creí perdida o dormida tal vez, la dejé sobre una mesita para no perderla cuando salí a caminar, o miento! quizá la dejé caer durante una tormenta de luz, no lo sé, cómo saberlo? si todo este tiempo solo quedaron en mi migajas de ella, migajas que me dieron la fuerza para no destruir este mundo del que hablo hoy, para no perderme en la desesperanza y el silencio, migajas que me enseñaron el camino hasta la puerta de tu corazón.
Te amo con toda mi fuerza amor y te agradezco cada segundo que compartes conmigo porque es mágico saber de tu existencia, un verdadero milagro el sentir tus brazos rodeando mi vida y tu luz iluminando cada espacio de mi ser.
Algunas veces me enfoco en un punto y me pierdo dentro de pensamientos que me llevan a un mundo en el que todo es perfecto, incluso lo que no es ideal tiene su parte de perfección, mi mente me lleva hacia un mundo de libertad, un mundo donde los niños son niños y los hombres no dejan de soñar, un mundo donde no existe el tiempo, donde me gusta estar, disfrutando de cada cosa que veo y cada cosa que siento.
A lo lejos los arboles susurran un canto de melodía inimaginable y las sombras que son reinas del bosque sueltan destellos de imparcialidad que se funde con las dulces gotas de rocío que nacen en cada hoja de belleza que se puede imaginar.
Escucho sonidos dispersos de naturaleza perdida, mi lugar mágico, mi lugar de paz, donde el viento es suave y el sol siempre está, aunque no lo veo puedo sentir como recorre lentamente mi piel y me maravillo de esa sensación, de ese milagro que se llama fe...
Mi fe que hasta hace poco creí perdida o dormida tal vez, la dejé sobre una mesita para no perderla cuando salí a caminar, o miento! quizá la dejé caer durante una tormenta de luz, no lo sé, cómo saberlo? si todo este tiempo solo quedaron en mi migajas de ella, migajas que me dieron la fuerza para no destruir este mundo del que hablo hoy, para no perderme en la desesperanza y el silencio, migajas que me enseñaron el camino hasta la puerta de tu corazón.
Te amo con toda mi fuerza amor y te agradezco cada segundo que compartes conmigo porque es mágico saber de tu existencia, un verdadero milagro el sentir tus brazos rodeando mi vida y tu luz iluminando cada espacio de mi ser.
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